
Matías está nervioso porque se acerca la noche de Reyes, y en su carta ha pedido un tren con tres vagones de colores:. Como está tan nervioso no hay quien le duerma, pero en cuanto sus padres le advierten que los reyes no traen regalos a los niñ@s que están despiert@s, Matías va corriendo a meterse entre las sábanas. Sin embargo, al poco tiempo le entran ganas de hacer pis, justo cuando oye al final del pasillo unas voces, las de los reyes. Como no se puede aguantar más, sale disparado al baño, pero el ruido que provoca su “desahogo” alerta a los reyes, que le recriminan a voz en grito su desobediencia. Matías, asustado, regresa corriendo a su cuarto, y a la mañana siguiente busca sus regalos: mira en la estantería, en la cama, debajo del sofá del abuelo, en la cocina… Finalmente, mira debajo de su cama, y ve algo negro, muy negro. Mete el brazo para tirar de ello y… (preguntad a los niñ@s por el final de este cuento).
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